Historia
El Priorato comenzó su historia como parte de la Iglesia de San Millán, fundada en el año 1052 bajo la ordenanza del Reino de Navarra. A lo largo de los siglos, su destino estuvo ligado al poder de los monasterios circundantes, especialmente el Monasterio de San Salvador de Oña y el de Santa María La Real de Nájera (La Rioja). En el s. XVI, sobre los restos de la antigua iglesia, se erigió esta casona de piedra que sirvió como centro de recaudación de los tributos de la zona. Durante años, el cereal, el vino y el ganado se almacenaban en sus bajos, testigos de una vida monástica rica y activa.
Sin embargo, con la desamortización de Mendizábal en 1821, El Priorato dejó de pertenecer al Monasterio de Oña. Desde entonces, su deterioro fue inevitable, acelerado por cambios estructurales y un incendio devastador en 2011 que arrasó su interior. Solo las sólidas paredes de piedra, los arcos y una escalera sobrevivieron.
