La escapada perfecta está en Burgos: así han transformado una antigua casona castellana del siglo XVI en un hotel.
Ubicada en esta rica zona de las Merinades, en el norte de Burgos, la casona fue originalmente la residencia del prior del Monasterio de Oña. Ya en el siglo XIX, en 1821, con la desamortización de Mendizábal, se convirtió en vivienda privada. “No quedan registros de cómo se habitó la casa, pero tanto en el interior como algunas partes de los muros de piedra sufrieron alteraciones que lo dañaron”, nos cuentan desde el estudio. “La más visible ocurrió cuando, el día de la proclamación de la II República en 1931, uno de los hijos de la familia cercenó la corona real del escudo de piedra”. La falta de mantenimiento hizo que la casa se fuera deteriorando hasta que el siglo XX fue abandonada. Pero aquí no termina su historia, en 2011 sufrió un incendio que destruyó sus interiores, si bien sus muros permanecieron intactos.
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Ubicada en esta rica zona de las Merinades, en el norte de Burgos, la casona fue originalmente la residencia del prior del Monasterio de Oña. Ya en el siglo XIX, en 1821, con la desamortización de Mendizábal, se convirtió en vivienda privada. “No quedan registros de cómo se habitó la casa, pero tanto en el interior como algunas partes de los muros de piedra sufrieron alteraciones que lo dañaron”, nos cuentan desde el estudio. “La más visible ocurrió cuando, el día de la proclamación de la II República en 1931, uno de los hijos de la familia cercenó la corona real del escudo de piedra”. La falta de mantenimiento hizo que la casa se fuera deteriorando hasta que el siglo XX fue abandonada. Pero aquí no termina su historia, en 2011 sufrió un incendio que destruyó sus interiores, si bien sus muros permanecieron intactos.